viernes, 31 de agosto de 2012

Kenia: Nueva guerra religiosa?


MOMBASA, Kenia — El primer ministro keniano, Raila Odinga, advirtió el miércoles de que no permitirá que se instale una "guerra de religión" entre cristianos y musulmanes, tras dos días de disturbios desatados por el asesinato de un predicador islamista en la ciudad costera de Mombasa.
Pese a que la policía aseguraba que se había restablecido la calma en la segunda ciudad de Kenia, un ataque con granada contra un camión policial causó por la noche un muerto y varios heridos, segúnunos responsables kenianos y la Cruz Roja.
Desde el estallido de los disturbios el lunes ya habían muerto tres policías, en un ataque con granada contra su vehículo, y un civil. Además, según la Cruz Roja, una veintena de personas resultaron heridas, incluidos unos doce miembros de las fuerzas de seguridad.
Durante un viaje a Mombasa para reunirse con los líderes musulmanes y cristianos, Odinga criticó duramente a aquellos que intentan "crear un conflicto entre cristianos y musulmanes". "No permitiremos a las fuerzas exteriores incitar a los kenianos a una guerra de religión", recalcó ante la prensa al final del encuentro, denunciando una vez más el asesinato, el lunes, del predicador Abud Rogo Mohamed. "Queremos ver una coexistencia entre todas las comunidades que viven en Mombasa", añadió.
Kenia está poblado mayoritariamente por cristianos, pero posee una importante comunidad musulmana en la costa.
Los disturbios, en los que se saquearon y quemaron iglesias, estallaron inmediatamente después de que Rogo fuese asesinado mientras circulaba en su coche con su familia. Este polémico predicador era sospechoso de mantener vínculos con los islamistas somalíes shebab. Rogo estaba sometido a sanciones de la ONU y de Estados Unidos, que lo acusaban de haber reclutado a combatientes y captado fondos para el movimiento somalí, vinculado a la red Al Qaeda.
Al comienzo de 2012, Rogo fue detenido durante una redada policial en su casa. La policía afirmó haber encontrado armas, municiones y detonadores. El predicador se encontraba desde entonces en libertad bajo fianza.
-- 24 detenciones --
Según el jefe de la policía de la región costera de Mombasa, Agrey Adoli, el miércoles reinaba la calma en Mombasa. "Disponemos de un despliegue adecuado (de las fuerzas de seguridad) para patrullar las calles y mantener la paz", afirmó Adoli.
Pero la tensión seguía siendo palpable en la ciudad portuaria, donde la policía registraba viviendas en busca de armas en el barrio de Majengo, en el que predicaba Rogo.
El miércoles por la mañana, un tribunal de Mombasa inculpó a 24 sospechosos de participar en concentraciones ilegales y en los disturbios. El ministro interino de Seguridad, Yusuf Hajji, dio cuenta de 32 sospechosos detenidos.
La fiscalía keniana prometió una investigación sobre este asesinato, que para varias organizaciones musulmanas constituye una nueva ejecución extrajudicial en Mombasa de un responsable de su confesión.
Varios países occidentales, como Francia, el Reino Unido, Australia o Estados Unidos, pidieron a sus ciudadanos que extremen la prudencia en Mombasa.

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