Por segunda vez en el año la capital chilena amaneció en emergencia ambiental por la alta contaminación del aire, lo que restringe el tráfico de vehículos y cierra más de 700 industrias y fuentes contaminantes.
La medida de preemergencia fue adoptada "para resguardar la salud de la población, y debido a las malas condiciones de ventilación en la capital", indicó un comunicado oficial.
La disposición implica además la prohibición de encender todo tipo de calefactores a leña o biomasa, la suspensión de las clases de educación física en colegios, y recomienda a la población abstenerse de realizar actividades deportivas al aire libre.
La contaminación afecta principalmente a los barrios ubicados en la parte más baja de Santiago, que tiene alrededor de 7 millones de habitantes y es una de las capitales más contaminadas de América Latina.
La disposición implica además la prohibición de encender todo tipo de calefactores a leña o biomasa, la suspensión de las clases de educación física en colegios, y recomienda a la población abstenerse de realizar actividades deportivas al aire libre.
La contaminación afecta principalmente a los barrios ubicados en la parte más baja de Santiago, que tiene alrededor de 7 millones de habitantes y es una de las capitales más contaminadas de América Latina.
La medida fue dispuesta al detectarse la víspera, pese a ser día feriado, que varias estaciones de monitoreo del medio ambiente habían sobrepasado los niveles aceptados.
La emergencia ambiental dispuesta por las autoridades sanitarias restringe la circulación de vehículos con convertidor catalítico y aumenta la prohibición para los que no los poseen. Además establece la paralización de 763 fuentes contaminantes.
La autoridad sanitaria informó que había mejorado la calidad del aire, aunque se mantiene la medida restrictiva hasta la noche.
El aumento de la contaminación atmosférica fue favorecido por un tiempo más cálido que el habitual en esta época invernal. Las alertas y emergencias ambientales, medidas que se aplican y que implican distinto nivel de restricciones, son habituales en otoño e invierno en esta capital de 6 millones de habitantes rodeada por cerros y macizos de la cordillera de los Andes.
La emergencia ambiental dispuesta por las autoridades sanitarias restringe la circulación de vehículos con convertidor catalítico y aumenta la prohibición para los que no los poseen. Además establece la paralización de 763 fuentes contaminantes.
La autoridad sanitaria informó que había mejorado la calidad del aire, aunque se mantiene la medida restrictiva hasta la noche.
El aumento de la contaminación atmosférica fue favorecido por un tiempo más cálido que el habitual en esta época invernal. Las alertas y emergencias ambientales, medidas que se aplican y que implican distinto nivel de restricciones, son habituales en otoño e invierno en esta capital de 6 millones de habitantes rodeada por cerros y macizos de la cordillera de los Andes.
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