Al menos cuatro estudiantes secundarios fueron detenidos hoy en Santiago de Chile, tras participar en una marcha de protesta no autorizada y reprimida por la policía.
En la marcha tomaron parte unos 200 jóvenes que demandaban reformas a la educación, los cuales fueron dispersados por los agentes antimotines.
La severidad de la policía para controlar manifestaciones públicas ha sido habitual durante el actual gobierno y ha suscitado protestas de organizaciones humanitarias, como el Instituto de Derechos Humanos. El mes pasado un estudiante de la Universidad de Santiago perdió la visión de un ojo al recibir el impacto de una bomba lacrimógena.
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