Pese a los temores y a la incertidumbre que invadió a los mercados internacionales, la inversión chilena en el extranjero registró en 2011 uno de sus años más dinámicos, al totalizar US$ 5.819 millones. La cifra representa un incremento de 27% respecto de 2010 y es la mayor colocación de capital de las empresas en el exterior desde 1997. Según un informe de la Dirección General de Relaciones Económicas Internacionales (Direcon), entre 1990 y diciembre de 2011, la colocación directa de capitales nacionales en el exterior sumó US$ 62.716 millones. En dicho período, el empleo generado por las inversiones chilenas en el mundo superó los 350 mil puestos de trabajo.
"Los flujos se motivan principalmente por una necesidad de contrarrestar el limitado tamaño del mercado local (...). Adicionalmente, aunque en grado bastante menor a los 90, siguen impulsando este proceso tanto la privatización de empresas, como la ventaja que otorga al empresariado chileno la experiencia de haber desarrollado exportaciones a determinados mercados durante un período prolongado", explica la Direcon. Además, destaca el creciente número de quienes incursionan en América Latina acompañados por inversionistas extranjeros que operan en Chile, "tendencia que se vio particularmente reforzada a partir de 2007".
Según el documento, "en 2011 se materializó un conjunto de proyectos de gran cuantía", en los que destacaron dos que superaron los US$ 500 millones: la planta de celulosa Montes del Plata en Uruguay (US$ 950 millones), de la chilena Arauco y la sueca Stora Enso, y la compra de la belga Magotteaux por parte de Sigdo Koppers (US$ 790 millones). "Esta última involucró la primera inversión de gran envergadura realizada por una empresa nacional en territorio de la Unión Europea, equivalente a casi toda la inversión chilena en ese continente a la fecha", precisó la Direcon. Otras inversiones chilenas significativas en términos de monto fueron las compras de la viña Fetzer Vineyards en EEUU por parte de Concha y Toro (US$ 238 millones); la forestal Vale do Corisco en Brasil (US$ 232 millones) por parte de Arauco con la firma local Klabin, y la adquisición de participación accionaria directa en la colombiana Sociedad de Inversiones en Energía controladora de Terpel (US$ 181 millones), que hizo Copec.
El nuevo favorito
Los países latinoamericanos han sido el foco de las empresas chilenas durante los últimos 21 años y Argentina se ha posicionado como el principal receptor de inversión: entre 1990 y 2011 se materializaron US$ 16.284 millones en el país transandino. Le siguen Brasil (US$ 11.990 millones) y Perú (US$ 11.161 millones).
Sin embargo, "los tres últimos años testimonian el sustantivo incremento que registra la presencia chilena en territorio peruano, tanto a nivel del número de proyectos como de los volúmenes de la inversión", acota el documento. El año pasado, Perú recibió US$ 1.161 millones, seguido por Uruguay (US$ 950 millones), Colombia (US$ 837 millones) y Bélgica (US$ 790 millones), que escaló después de aparecer como octavo destino en 2010. Colombia cayó un lugar, en tanto que Brasil y EEUU descendieron dos puestos. También bajó un escaño Argentina, que recibió US$ 359 millones.
Cerca de 1.000 empresas nacionales tienen proyectos en el exterior, con presencia en más de 70 países.
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