Un grupo de 16 empresas, que pertenecen a los grandes contribuyentes del impuesto sobre la renta, tienen tres años continuos de no pagar nada de este tributo.
En conjunto, en estos tres años, estas firmas obtuvieron ingresos por cerca de ¢420.000 millones; sin embargo, argumentaron que tuvieron gastos mayores y por ello declararon en cero el monto por pagar del impuesto.
La renta, sobre la cual se aplica el tributo, surge de la diferencia entre ingresos y gastos.
Los datos los suministró la Dirección General de Tributación.
Los nombres.La Nación pidió los nombres de las empresas, pero Tributación alegó que la información es de carácter confidencial, conforme a los artículos 115 y 117 del Código de Normas y Procedimientos Tributarios.
El artículo 116 establece: “Las informaciones que la Administración Tributaria obtenga de los contribuyentes, responsables y terceros, por cualquier medio, tienen carácter confidencial; y sus funcionarios y empleados no pueden divulgar en forma alguna la cuantía u origen de las rentas”.
El director general de Tributación, Francisco Villalobos, dijo que las firmas pertenecen a los sectores turismo, comercio e inmobiliario.
Entre el 2006 y el 2008, dichas empresas habían tributado; sin embargo, cada vez menos, pese a que el 2007 y el 2008 fueron años de auge económico, en especial para esos sectores.
Los grandes contribuyentes son empresas que se caracterizan por cumplir varias condiciones: que en los últimos tres períodos fiscales el promedio de la recaudación tributaria sea igual o superior a ¢150 millones, el promedio de la renta bruta (ingresos) sea igual o superior a ¢20.000 millones y el activo total sea igual o superior a ¢20.000 millones.
Sistema deficiente. Mediante una respuesta escrita, Tributación detalló que las empresas pueden hacer varias maniobras para reducir el impuesto a las utilidades.
Algunas de las que ha detectado Tributación son: ingresos en cuentas corrientes no registradas en la contabilidad y detectadas mediante la apertura de cuentas bancarias, omisión de ingresos (no dan facturas) y la doble contabilidad.
Villalobos señaló que de este grupo hay dos empresas que están siendo fiscalizadas y el resto están en la lista para aplicarles una medida de control.
No obstante, en el fondo hay problemas con el sistema.
“Es evidente que el sistema debe ser revisado, no solo potenciando a la Administración Tributaria, sino cambiando las leyes sustantivas de impuestos. No se entiende, por ejemplo, que no tengamos regulaciones sobre precios de transferencia, más convenios de intercambio de información, para mencionar solo dos falencias del sistema”, dijo Villalobos.
El jerarca también comentó que solicitaron al ministro de Hacienda, Fernando Herrero, reponer 18 plazas de auditores que se han pensionado o trasladado.
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