La Alianza del Pacífico, que el miércoles nació oficialmente como bloque comercial, es una apuesta de Chile, Perú, Colombia y México por incrementar su apertura comercial con miras al Asia-Pacífico, motor de la economía mundial, estimaron analistas.
“Lejos de refugiarnos al interior de nuestras propias fronteras, nos comprometemos aún más con la apertura, con la integración. Es un buen ejemplo para el mundo entero”, dijo el presidente chileno Sebastián Piñera, al concluir la reunión en la que se firmó el acta fundacional del bloque.
La ceremonia se desarrolló en las dependencias del observatorio de Cerro Paranal, en el norte chileno, y contó con la asistencia además de Piñera de los presidentes de México, Felipe Calderón; Perú, Ollanta Humala, y de Colombia, Juan Manuel Santos. Asistieron además como observadores representantes de Costa Rica y Panamá, dos países que quieren ingresar al grupo.
La iniciativa contempla además la libre circulación de bienes, servicios y capitales. Congrega a unos 215 millones de consumidores, con un Producto Interno Bruto (PIB) conjunto de dos billones de dólares.
“Es uno de los intentos de integración más aperturistas, entre países de la región que tienen en común economías muy abiertas”, explicó a la AFP el politólogo de la Universidad de Chile, Ricardo Israel.
Perú y Chile, que junto con México son miembros del Foro de Cooperación Económica Asia Pacífico (APEC), negocian junto a otros siete países un Acuerdo de Libre Comercio Transpacífico (TPP), que sería el de mayor extensión en términos de volumen de población e intercambios en el mundo.
México anunció en la última cumbre presidencial de países de Asia y el Pacífico en noviembre en Hawaii, Estados Unidos, su deseo de unirse a esas negociaciones.
Colombia aún busca ingresar a la APEC.
La comparación con Mercosur y ALBA
Pese a ser menor en el tamaño de su población y economía, la Alianza del Pacífico tiene casi el doble de las exportaciones que el Mercado Común del Sur (Mercosur) , que integran Argentina, Brasil, Uruguay y Paraguay y que atraviesa en estos momentos un período de fuertes tensiones internas por medidas proteccionistas en su seno.
“El Mercosur no cumplió con la expectativa de impulsar el comercio de sus miembros. Los cambios de ánimo en Argentina han llevado al bloque a una situación difícil, mientras Brasil ya no piensa tanto en la región sino se abrió al mundo”, explicó Israel.
El bloque es visto también como un contrapeso ideológico frente a iniciativas como la Alianza Bolivariana para los Pueblos de Nuestra América (ALBA), promovida por Venezuela y que además integran Cuba, Bolivia, Nicaragua, Dominica, Ecuador y Antigua y Barbuda.
“El ALBA une ideológicamente pero el intercambio comercial es escaso entre ellos. Desde el punto de vista económico se basa en el subsidio económico venezolano a los otros países. Venezuela tiene más intercambio comercial con Estados Unidos que con los países del ALBA”, dijo Israel.
En el caso de la nueva Alianza, el avance ha sido rápido: el acuerdo se concretó en poco más de un año.
Esa premura demuestra no obstante “una ansiedad de los países emergentes en acelerar el paso de la globalización”, criticó la analista chilena Marta Lagos, presidenta de la Corporación Latinobarómetro.
“Estas nuevas iniciativas que intentan mayores grados de integración no son negativas, pero son creadas con cierta improvisación o grado de ansiedad por hacer cosas que no necesariamente están bien pensadas a largo plazo”, dijo a la AFP.
La iniciativa “va en coincidencia con los tiempos actuales, los países que integran la Alianza tienen la voluntad de recibir las inversiones, quieren abrirse al mundo, pero, considerando la triste experiencia de anteriores experiencias, mientras más modestas sean las expectativas será mejor”, señaló por su parte Ricardo Israel.
En 2001, los países miembros de la Alianza del Pacífico exportaron a Asia 71 000 millones dólares, con una expansión anual promedio de los envíos a esa región de 13% entre 2007 y 2011.
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