"Durante 132 años, Argelia estuvo sometida a un sistema profundamente injusto y brutal. Este sistema tiene un nombre, la colonización (...) reconozco los sufrimientos infligidos al pueblo argelino", dijo Hollande en una alocución ante los representantes de las dos cámaras del Parlamento argelino.
Hollande, que no pidió perdón por dicho pasado colonial, como exige parte de la población del país, también insistió en que la historia "aunque sea trágica, dolorosa" hay que contarla.
Ante los diputados y los senadores, Hollande rememoró, en particular, la masacre de miles de argelinos que reivindicaban la independencia en las ciudades de Setif y Guelma, el 8 de mayo de 1945, y evocó, en general, "todas las circunstancia de la guerra de Argel", que se extendió desde 1954 hasta la independencia en 1962.
"Debemos tener respeto por todos los recuerdos, el deber de divulgar la violencia, la injusticia y la tortura", dijo antes de subrayar que nada se construye sobre el olvido y que la verdad "une y no divide".
El jefe del Estado francés también indicó que aspira a una paz "que se sustente sobre el conocimiento y la divulgación de la historia".
A pesar de las buenas relaciones económicas entre ambos países -Francia es el primer proveedor y el tercer cliente de Argelia-, la cuestión de la colonización continua lastrando las relaciones políticas bilaterales.
Para Hollande, la cuestión que se plantea hoy en día es saber si Francia y Argelia son capaces de abrir una nueva página en sus relaciones.
"Yo lo creo (así) y lo deseo", afirmó el presidente, antes de insistir en su convicción de que ambos países pueden avanzar hacia una nueva era marcada por una asociación estratégica.
"La economía debe ser el centro de nuestra relación", dijo en este sentido Hollande, que ayer presidió la firma de siete acuerdos de cooperación en diferentes dominios.
El más destacado fue la rúbrica de un proyecto para la construcción de una planta de montaje de vehículos Renault en la ciudad de Orán, que contará con una dotación financiera de mil millones de euros.
La planta, la primera de sus características en Argelia, tendrá una capacidad de 75.000 unidades y destinará parte de su producción a la exportación a otros países africanos.
Asimismo, Argel y París han rubricado una declaración de amistad sobre la circulación de personas, la situación de la comunidad argelina en Francia, la educación y los contactos políticos.
Hollande, que llegó ayer a Argelia en una visita de dos días, la primera desde que fue elegido presidente el pasado mayo, tiene previsto desplazarse hoy a Tlemecén, en el extremo oeste, donde será nombrado doctor honoris causa por la universidad de Abubaker Belkaid.
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