En un acto prelectoral, ante una masa de acólitos de 5.000 delegados de su propio partido, Zanu-PF, el actual presidente de Zimbabue, Robert Mugabe, en su más profundo estilo populista, acaba de anunciar la posible nacionalización del cien por cien de las empresas extranjeras que operan en el país. "Ya hemos llegado al 51%, vamos ahora a por el 100%", espetó Mugabe ante los suyos. "La idea de que lo más importante es el capital no tiene sentido. Esa una filosofía sucia y criminal", dijo.
Hace dos años, Zimbabue estableció que todas las empresas extranjeras instaladas en el país tenían que ceder el 51% de su negocio a locales. Con esa medida intentaba paliar el descontento general por la terrible situación económica del país, que ha pasado de ser conocido como la "perla de África" a ser el tercer país más pobre del planeta (según la ONU), y con serias posibilidades, dicen todos los análisis, de ocupar el primer lugar de esta terrible lista en breve.
El deterioro económico llegó a tal punto que Zimbabue no tiene moneda propia y usa el dólar americano o el rand sudafricano para evitar una inflación que superaba el cien por cien diario. Ahora que el descontento social crece por la falta de alimentos, Mugabe da un nuevo giro de tuerca que podría desembocar en la marcha de la ya escasa inversión extranjera.
Las elecciones de Zimbabue está previsto que se celebren a finales del próximo marzo. Esa es la intención del 'viejo león', como le conocen también en su país a Mugabe, un líder de 88 años que lleva en el poder desde 1987. Sin embargo, la oposición se niega a aceptar ese calendario electoral por considerarlo prematuro y por no haberse cumplido los acuerdos tras los últimos comicios de 2008.
Entonces, un evidente 'pucherazo' de Mugabe que no aceptó la comunidad africana (fue clave su negativa) obligó a un gobierno de cohabitación con el MDC, liderado por el actual primer ministro, Morgan Tsvangira. En el acuerdo se incluía también la obligatoriedad de redactar una nueva Constitución en esta legislatura, algo que aún no se ha producido y que Mugabe pretende llevar a consulta de forma apresurada en los próximos meses. Incluso se ha especulado con la posibilidad de que se juntaran ambas consultas (elecciones y constitución) por el elevado coste económico del proceso.
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