La petrolera estadounidense Chevron apeló la decisión de la Justicia brasileña que le ordena suspender sus actividades en el país a raíz de un derrame de crudo ocurrido en noviembre frente a las costas de Río de Janeiro, informó el viernes un portavoz de la empresa en Nueva York.
A principios de mes, un tribunal brasileño otorgó a las empresas estadounidenses Chevron y Transocean treinta días para suspender sus actividades.
La decisión contra las dos empresas fue adoptada tras una fuga de petróleo registrada en noviembre en el yacimiento de Frade, en la cuenca de Campos (sureste brasileño), que provocó un derrame de unos 3.000 barriles de crudo en el oceano Atlántico en noviembre pasado. En marzo, se registró una nueva fuga, mucho más pequeña, de cinco litros, a 3 kilómetros de la primera.
Chevron destacó que tras el derrame, la empresa suspendió voluntariamente sus actividades, pero dijo que "se está preparando de forma activa para reanudarlas", según un comunicado enviado por correo electrónico.
El representante de la empresa defendió que la firma actuó de forma oportuna y responsable. "El monitoreo continuo del área del incidente muestra que no hubo impacto ambiental en la vida marina o la salud humana", afirmó.
El derrame se produjo a 370 kilómetros al noroeste de Río de Janeiro, pero la empresa destacó que la fuga no llegó a las costas y que no se registraron datos de ningún herido por esta causa.
Hasta el accidente de 2011, la petrolera era responsable del 3,6% de la producción de crudo en Brasil y del 1% de la producción de gas natural, según los datos oficiales.
Chevron se enfrenta a varias acciones judiciales en Brasil y demandas de millonarias indemnizaciones, que la empresa rechaza.
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