La aerolínea de bajo coste italiana Windjet, que se encuentra al borde de la
quiebra, ha decido suspender sus vuelos desde este domingo, dejando en tierra a
cientos de pasajeros.
La decisión de los responsables de Windjet llegó a últimas horas de la noche
de ayer, después de que las negociaciones para la integración de la compañía con
la aerolínea Alitalia se interrumpieran.
De este modo, Windjet se adelantó en un día a la fecha que había indicado el
Ente Nacional de Aviación Civil italiano (Enac) para la suspensión de su
licencia de vuelo en caso de que la compañía no le ofreciera las garantías
necesarias para seguir operando.
Según informaron los medios de comunicación italianos, sobre la decisión de
Windjet, que en los últimos días había acumulado retrasos y cancelaciones en un
gran número de sus vuelos, influyeron los problemas para hacer frente a los
costes de abastecimiento de carburante.
Asimismo, señalaron que la aerolínea ya ha devuelto algunos aviones a la
compañía irlandesa de "leasing" (alquiler con opción a compra) de la que los
había adquirido.
El Ministerio de Economía ha convocado a los responsables de Alitalia y
Winddjet para el próximo martes a fin de profundizar sobre los motivos que
llevaron a la interrupción de las negociaciones entre ambas compañías.
El Enac, por su parte, ha establecido una "unidad de crisis" para coordinar
un plan con otras compañías aéreas italianas como Alitalia, Meridiana, Blu
Panorama y Neos, para redistribuir a los pasajeros de Windjet que han
visto anulados sus vuelos.
Y es que, según los cálculos del Ente Nacional de Aviación italiano, son
cerca de 300.000 los pasajeros que corren el riesgo de quedarse en tierra
desde ahora hasta octubre.
Dichas compañías han puesto en marcha nuevos vuelos a partir de hoy para
poder cubrir las exigencias de los pasajeros que no han podido volar con Windjet
ofreciendo tarifas reducidas tanto para los vuelos nacionales como
internacionales.
Con todo, la asociación de consumidores Federconsummatori ha criticado la que
han considerado "falta de previsión" del Enac y su "superficialidad" a la hora
de gestionar la situación.
En medio de todo el caos por la suspensión de vuelos siguen las acusaciones
cruzadas entre Alitalia y Windjet sobre la responsabilidad de la interrupción de
las negociaciones.
Las negociaciones para la integración de ambas compañías está en
marcha desde hace más de siete meses y a mediados de abril se firmó el contrato
preliminar para la adquisición de Windjet por parte de Alitalia sujeto al
cumplimiento de una serie de condiciones de mercado y normativas, para las que
se establecía la fecha límite del 29 de junio.
Entre esos requisitos figuraba la autorización por parte del garante de
competencia italiano y del Enac de las condiciones de competencia y de una serie
de certificaciones que permitieran definir el valor de Windjet.
Sin embargo, en la fecha acordada Windjet no había presentado la
documentación necesaria sobre su situación patrimonial y la relación con la
empresa propietaria de los aviones, entre otros.
El garante de la competencia italiano autorizó finalmente la operación el
pasado 18 de julio aunque la supeditó a la cesión de cinco parejas de "slot"
(permiso de despegues y aterrizajes), lo que llevó a abrir una nueva
negociación, que concluyó con un nuevo acuerdo el 7 de agosto, y para el que
Alitalia solicitó los documentos que faltaban.
De nuevo el acuerdo saltó ya que, según Alitalia, Windjet no presentó la
documentación, mientras que la aerolínea de bajo coste asegura que las
condiciones para cerrar el acuerdo "habían sido satisfechas".
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