El presidente de Angola, José Eduardo dos Santos, en el poder desde hace 33 años, fue reelecto en el cargo tras las elecciones legislativas del viernes ganadas por su partido, afirmó el domingo el diario oficial Jornal de Angola.
Dos Santos, de 70 años, era el gran favorito de estos comicios, los terceros que se organizan desde la independencia del país en 1975.
"El MPLA (Movimiento Popular para la Liberación de Angola, dirigido por Dos Santos) es el gran vencedor de las elecciones generales de 2012, y todo apunta a una victoria por más del 75% de los votos", indicó el diario oficial en su sitio electrónico.
"El cabeza de lista del partido, José Eduardo dos Santos, es elegido presidente de la República", añade.
Según la nueva Constitución adoptada en 2010, el jefe del partido vencedor se convierte automáticamente en presidente de la República por un periodo de cinco años, por lo que Dos Santos permanecerá en su cargo.
El diario oficial añade que el movimiento Unión Nacional para la Independencia Total de Angola (UNITA) confirma su plaza de segunda fuerza política del país, y que el nuevo partido opositor Casa sufrió una "gran derrota".
Según los últimos resultados parciales difundidos por la Comisión Nacional Electoral (CNE) tras el recuento del 85% de los votos, el MPLA obtenía el 73% (contra 81% en las elecciones de 2008), UNITA 18,2% (10% en 2008) y el partido Casa 5,6%.
La oposición no tardó en anunciar que estaba reuniendo pruebas de presuntos fraudes en las elecciones, en las que los angoleños debían renovar a los 220 miembros del Parlamento.
"UNITA se prepara para presentar documentos que muestran que los resultados difundidos por la Comisión Nacional Electoral no son idénticos a los constatados por los interventores en los colegios electorales", indicó el partido en su sitio web.
"El partido Casa se dispone a hacer lo mismo y a impugnar las elecciones", añadió UNITA.
Desde enero, UNITA denuncia irregularidades en la organización de los comicios, señalando problemas en la elaboración de las listas electorales y con los fiscales de los partidos.
Pese a las críticas de la oposición sobre la falta de transparencia de los comicios, éstos se desarrollaron en calma.
La oposición también lamentó la ausencia de observadores europeos en los comicios.
La Unión Africana (UA) y la Comunidad de países Lusófonos desplegaron una misión de observación electoral que el domingo calificó el voto de "libre y transparente" a pesar de que se necesiten "mejorías", indicó el ex presidente caboverdiano Pedro Verona Pires que dirigía a los observadores de la UA.
Dos Santos está al frente del segundo mayor productor petrolero de África desde 1979, y desde entonces nunca fue elegido directamente por el pueblo.
Actualmente posee un fuerte control de las instituciones, ya que además de ser jefe de Estado dirige las Fuerzas Armadas, el gobierno y la policía, y nombra a los principales jueces.
Durante la campaña prometió proseguir con la reconstrucción del país tras la guerra civil que dejó unos 500.000 muertos y redistribuir la riqueza entre los 19 millones de angoleños.
Esta ex colonia portuguesa, que libró una guerra contra su potencia colonial desde 1961, accedió a la independencia en 1975, pero ya entonces tres movimientos de guerrilla, el MPLA, UNITA y el Frente Nacional de Liberación de Angola (FNLA), se oponían y cayó en una guerra civil que terminó en 2002.
En estos comicios los medios de comunicación fueron de gran ayuda a Dos Santos, elogiando su balance y dejando muy poco espacio a la oposición.
Su principal rival, el presidente de UNITA Isaias Samakuva, de 66 años, denunció una falta de transparencia.
Su movimiento afirma que los ingresos del petróleo benefician exclusivamente a la élite, empezando por la familia Dos Santos.
Samakuva esperaba recibir el apoyo de los jóvenes, indignados por la construcción de lujosos rascacielos en la capital, Luanda, cuando el 55% de la población vive en la miseria.
En marzo de 2011 se iniciaron manifestaciones, primero protagonizadas por jóvenes que pedían la dimisión de Dos Santos y el fin de un régimen que consideran autoritario y corrupto.
Más adelante fueron exmilitares quienes retomaron las protestas, pidiendo el pago de primas de desmovilización y de pensiones. Las protestas acabaron siendo reprimidas.
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