En su primer discurso a la nación, el nuevo líder de Corea del Norte, Kim Jong Un, ha elogiado el poderío militar norcoreano, ha advertido que el régimen dispone del arma nuclear y ha exhortado al país a "seguir adelante hasta la victoria final". La misma retórica que emanaba de Pyongyang cuando el país era dirigido con mano de hierro por su padre, Kim Jong Il.
Digno sucesor de su abuelo fundador del país, Kim Il Sung, y de su padre, Kim Jong Il, Kim Jong Un ha utilizado una retórica comunista trasnochada y belicista en su primer discurso al país. Una intervención, leída con motivo de la celebración del centenario del nacimiento de Kim Il Sung, en la que el joven dirigente ha puesto de manifiesto que su gobierno reforzará la política militarista desarrollada por su padre “como primera, segunda y tercera prioridades”.
En una alocución de unos veinte minutos, retransmitida por la televisión norcoreana, el heredero de la única dinastía comunista del planeta, Kim III, ha afirmado que Corea del Norte nunca más sería amenazada con el arma atómica, porque el país también la tenía. "La superioridad militar y tecnológica ya no está sólo en manos de los imperialistas. La época en que el enemigo nos amenazaba y nos chantajeaba con bombas atómicas se ha terminado", ha proclamado el "Líder brillante", como ya le han definido los ideólogos del régimen.
"Ningún país nos puede atacar", ha subrayado Kim Jong Un, desde lo alto de la tribuna que presidía la parada militar que posteriormente ha tenido lugar en la plaza Kim Il Sung del centro de Pyongyang.
En su intervención, el joven líder –se calcula que tiene entre 29 y 30 años- no ha tenido reparo alguno en afirmar que el ejército del país más aislado del mundo “hoy es capaz de derrotar a no importa que enemigo”. Kim Jong Un ha señalado que si bien "para nuestro pueblo la paz es muy importante", ha recalcado que "la dignidad y la soberanía también son primordiales" y ha añadido que "el ejército debe defenderlas".
Ha sido, sin lugar a dudas, un discurso elaborado a medida por el reducido núcleo de dirigentes fieles a su padre, Kim Jong Il, que constituyen el consejo de regentes que supervisa todos y cada uno de los pasos del nuevo dirigente. Una situación que se desprendía de la lectura y el tono empleado por Kim Jong Un durante su intervención. El joven líder, que vestía totalmente de negro, ha pronunciado su discurso sin pizca de pasión y sin apenas levantar la vista del texto durante todo el rato.
Tras rendir homenaje a su abuelo y a su padre, el joven líder ha acabado su primer discurso, que la televisión norcoreana ha calificado de "histórico", exhortando a las masas "a seguir adelante hasta la victoria final". Una arenga que ha sido respondida con gritos de "Manse, Manse", (larga vida).
Tras esta locución, el "Líder brillante" ha presidido un desfile de hora y media en que el cuarto ejército del mundo en número de efectivos ha hecho gala de todo su poderío. Tras pelotones de soldados, han desfilado carros de combate y columnas de camiones equipados con equipos lanza misiles.
En esta parada militar, Corea del Norte ha presentado un nuevo cohete de largo alcance, según analistas y expertos militares citados por la cadena de televisión surcoreana YTN y la agencia Yonhap. Al parecer se trataría de un misil idéntico al cohete Unha-3 que el régimen de Pyongyang lanzó el pasado viernes y se desintegró tras el despegue.
Digno sucesor de su abuelo fundador del país, Kim Il Sung, y de su padre, Kim Jong Il, Kim Jong Un ha utilizado una retórica comunista trasnochada y belicista en su primer discurso al país. Una intervención, leída con motivo de la celebración del centenario del nacimiento de Kim Il Sung, en la que el joven dirigente ha puesto de manifiesto que su gobierno reforzará la política militarista desarrollada por su padre “como primera, segunda y tercera prioridades”.
En una alocución de unos veinte minutos, retransmitida por la televisión norcoreana, el heredero de la única dinastía comunista del planeta, Kim III, ha afirmado que Corea del Norte nunca más sería amenazada con el arma atómica, porque el país también la tenía. "La superioridad militar y tecnológica ya no está sólo en manos de los imperialistas. La época en que el enemigo nos amenazaba y nos chantajeaba con bombas atómicas se ha terminado", ha proclamado el "Líder brillante", como ya le han definido los ideólogos del régimen.
"Ningún país nos puede atacar", ha subrayado Kim Jong Un, desde lo alto de la tribuna que presidía la parada militar que posteriormente ha tenido lugar en la plaza Kim Il Sung del centro de Pyongyang.
En su intervención, el joven líder –se calcula que tiene entre 29 y 30 años- no ha tenido reparo alguno en afirmar que el ejército del país más aislado del mundo “hoy es capaz de derrotar a no importa que enemigo”. Kim Jong Un ha señalado que si bien "para nuestro pueblo la paz es muy importante", ha recalcado que "la dignidad y la soberanía también son primordiales" y ha añadido que "el ejército debe defenderlas".
Ha sido, sin lugar a dudas, un discurso elaborado a medida por el reducido núcleo de dirigentes fieles a su padre, Kim Jong Il, que constituyen el consejo de regentes que supervisa todos y cada uno de los pasos del nuevo dirigente. Una situación que se desprendía de la lectura y el tono empleado por Kim Jong Un durante su intervención. El joven líder, que vestía totalmente de negro, ha pronunciado su discurso sin pizca de pasión y sin apenas levantar la vista del texto durante todo el rato.
Tras rendir homenaje a su abuelo y a su padre, el joven líder ha acabado su primer discurso, que la televisión norcoreana ha calificado de "histórico", exhortando a las masas "a seguir adelante hasta la victoria final". Una arenga que ha sido respondida con gritos de "Manse, Manse", (larga vida).
Tras esta locución, el "Líder brillante" ha presidido un desfile de hora y media en que el cuarto ejército del mundo en número de efectivos ha hecho gala de todo su poderío. Tras pelotones de soldados, han desfilado carros de combate y columnas de camiones equipados con equipos lanza misiles.
En esta parada militar, Corea del Norte ha presentado un nuevo cohete de largo alcance, según analistas y expertos militares citados por la cadena de televisión surcoreana YTN y la agencia Yonhap. Al parecer se trataría de un misil idéntico al cohete Unha-3 que el régimen de Pyongyang lanzó el pasado viernes y se desintegró tras el despegue.
Reforzar aún más el ejército y reunificar las dos Coreas
Con un gran desfile militar, Corea del Norte celebró hoy domingo el centenario del nacimiento del ex jefe de Estado y del partido Kim Il-sung, dos días después del lanzamiento fallido de un cohete que despertó los recelos de Occidente.
"Deberíamos fortalecer al Ejército de todas las formas posibles", dijo el nuevo líder con voz monótona en un mensaje continuista con la politica de su padre. Según Kim, la era en que su país podía ser amenazado o presionado con armamento atómico terminó para siempre, informa DPA.
"La superioridad en tecnología militar ya no es monopolio de los imperialistas", apuntó.
Aunque Kim no se refirió hoy al incidente en cuestión, estas declaraciones llegan después de que el viernes Pyonyang lanzara un cohete que oficialmente portaba un satélite de observación, y que explotó poco después del despegue.
Occidente teme que en realidad el país comunista pretendiese probar un misil militar de largo alcance con capacidad para portar cabezas nucleares. Kim Jong-un dijo además que tiene el "mayor de los respetos" y les concede "el mayor honor a los grandes compañeros Kim Il-sung y Kim Jong-il".
Las palabras del líder, que todavía no tiene 30 años, fueron celebradas por decenas de miles de soldados y civiles reunidos en una plaza de la capital Pyongyang. Kim Jong-un se refirió además con tristeza a la división de la península coreana.
El líder norcoreano saludó a los surcoreanos y a todos aquellos que se esfuerzan por la reunificación y el bienestar de los pueblos. Kim Il-sung murió en 1994. El día de su nacimiento es un importante feriado nacional.
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